Disparar con un solo brazo no es impedimento para brillar en el Tiro con arco.
Por: Luis Hernando Mejía Mejía
Es la última de las 32 arqueras en competencia en disparar cada una de las cinco series en disputa. No tiene afán. Sabe que tiene 90 segundos. Tiempo suficiente para hacer las aperturas del arco y disparar sus tres flechas que salen raudas en busca del 10, que le permita vencer a su rival. La falta de su brazo derecho no es impedimento para seguir avanzando en busca del oro y de sus sueños.
Su sonrisa tímida se pierde cuando el juez le confirma que ha logrado el triunfo ante su rival capitalina por un margen superior a los cinco puntos. Abraza a su entrenador y se reúne con sus compañeros de equipo quienes también, como ella, sienten que no sólo ha superado una fase más, sino también sus limitaciones para ser una de las grandes deportistas de Antioquia.
Su paso a la semifinal en busca de la medalla de bronce es un aliciente más que le permite avanzar en sus conquistas y en su anhelo de ir a unos Juegos Olímpicos y paraolímpicos que bien permite el Comité Olímpico Internacional (COI).
Ella es Ariana Correa Acosta, representante de Antioquia en el pasado Campeonato Nacional de Tiro con Arco, categoría Sub 21, quien pese a no lograr la medalla de bronce, sigue demostrando su talento que vale oro, en un deporte en el que se requiere mucha concentración, disciplina y temple, como el de ella.
Llegó a Sabaneta Antioquia en el 2017, gracias a que su madre Lucía Acosta decidió irse de San Antero Córdoba, lejos del inmenso mar y más cerca de las oportunidades, las mismas que encontró Ariana en el deporte, primero en el tenis de mesa y posteriormente en el tiro con arco.
Fue Dairon Jaramillo un técnico visionario e incluyente, enamorado de la tenacidad de la deportista, quien le brindó todo su apoyo para que los temores propios de una persona discapacitada, desaparecieran, logrando en ella que su autoestima creciera y que su valentía fuera escenario de superación para muchos.
El técnico buscó ayuda en otro entrenador, Roy Cortés, para que les enseñara como implementar una forma que le permitiera a Ariadna disparar las flechas con precisión y alcanzar los objetivos, los cuales se lograron muy pronto cuando en el 2019 alcanzó la medalla de oro en la modalidad Compuesto en los Juegos departamentales que se llevaron a cabo en Apartadó.
Esas miradas raras e incrédulas de los veteranos y de los novatos fueron poco a poco desapareciendo, convirtiéndose ahora en miradas de admiración que hoy la tienen motivada para representar en cualquier momento a nuestro país y alcanzar una medalla olímpica que opaque la gran cantidad que ya tiene en su cuarto que ha conquistado con disciplina y talento.
Su reto ahora es ganar en confianza, perder el miedo que le produce la competencia, el mismo que sintió en el pasado Nacional y que dio al traste con su aspiración de una medalla dorada.
Por ahora sigue trabajando para seguir sintiéndose orgullosa de sí misma, retribuir la confianza que le han brindado los entrenadores, en especial Juan Fernando Giraldo quien la ha apoyado y ayudado en todos los sentidos, la liga, la Federación y el Ministerio del Deporte para darle muchas alegrías a su mamá, quien un día decidió buscar una nueva oportunidad para ella y sin saberlo la encontró para su hija, quien ya tiene un lindo futuro.
Hoy se siente agradecida con todos ellos y especialmente con sus patrocinadores que le permiten seguir cumpliendo sus sueños como Alder Cruz, Leoncio Castaño quienes con sus empresas el Son de Sabaneta y El Descuento, respectivamente, hacen posible que Ariana siga con su sueño intacto y su sonrisa abierta.
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